La carta no llegó,
la chica encerrada en su cuarto
aguardaba en vano,
Zweig pretendió escribir un nuevo borrador,
el joven oficial estaba en el baile,
aún había cierto tiempo,
siempre la madrugada se lo tragaba,
lleno de alcohol, la chica en la cama,
la noche cual una losa
sobre su cuerpo breve, y la piel tan pálida
que lloraba, Zweig retiró a su náufrago,
abandonó a Amok y paró la gran partida
de ajedrez, para él todo podía esperar,
pero aquella chica no.
Sin embargo, nada de eso pasó,
el militar se bebió la noche,
por la escalera tan estrecha
nadie subió,
y la muchacha supo al fin
que la daga del amor
corta por ambos lados,
es un arma y no un regalo,
Zweig se metió en Amok...
la chica encerrada en su cuarto
aguardaba en vano,
Zweig pretendió escribir un nuevo borrador,
el joven oficial estaba en el baile,
aún había cierto tiempo,
siempre la madrugada se lo tragaba,
lleno de alcohol, la chica en la cama,
la noche cual una losa
sobre su cuerpo breve, y la piel tan pálida
que lloraba, Zweig retiró a su náufrago,
abandonó a Amok y paró la gran partida
de ajedrez, para él todo podía esperar,
pero aquella chica no.
Sin embargo, nada de eso pasó,
el militar se bebió la noche,
por la escalera tan estrecha
nadie subió,
y la muchacha supo al fin
que la daga del amor
corta por ambos lados,
es un arma y no un regalo,
Zweig se metió en Amok...