Arena del camino transportada por hormigas en sudario circular. Arena de la playa, ejército rendido a la piel que se echa sin temblar, agostada, dulce y frágil. Arena de mis sandalias, arena en los ojos cuando el viento revoluciona los lugares... arena del reloj que nos marca día a día, hora a hora. No ha lugar para tanta arena en mi mundo pequeño.
Arena con que de niña construía mis castillos.
Arena con que de niña construía mis castillos.