Preciosa batalla esceneficada en alta mar cuando de los nubarrones negros que al cielo matan se descarga una implacable dósis de electricidad, puntas de lanza en formas de rayos, que atacan el mar encrespado y que se revuelve con sus oleajes valientes, quienes, a pecho descubierto, baten la carga eléctrica y la asumen en los vientres de las aguas. La Natura desatada combate entre si, la ira de Dios juega una extraña partida manejando a sus piezas con un furia que hace palidecer al ser humano apostado desde línea de playa para observar y estremecerse ante tal espectáculo.
Las Brujas de Salem